“Historias que inspiran”: Edición Marcial Taverne

El campo es mucho más que un lugar de trabajo; es el escenario de historias de esfuerzo, dedicación y pasión. En nuestra sección “Historias que inspiran”, destacamos las vivencias de quienes, con su experiencia y compromiso, contribuyen al desarrollo del sector agrícola. A través de estas entrevistas, conoceremos sus trayectorias, desafíos y aprendizajes, y el impacto de su labor en nuestra comunidad.

Marcial Taverne: Una vida dedicada al campo y a la agricultura

Con más de seis décadas de experiencia en el mundo agrícola, Marcial Taverne es un nombre reconocido dentro del gremio. Su historia es la de un hombre que ha vivido los desafíos del campo con resiliencia y que, pese a las dificultades, ha sabido salir adelante con esfuerzo y determinación.

"Trabajo en el campo desde 1964", nos cuenta. Desde pequeño, durante sus vacaciones, pasaba los días sobre los tractores o ayudando en lo que hiciera falta en el fundo de su familia. Su amor por la tierra y la vida rural fue lo que lo llevó a dedicar su vida a la agricultura, un camino que ha recorrido con pasión y compromiso.

Marcial Taverne

Sin embargo, no todo ha sido fácil. Uno de los momentos más duros que enfrentó fue la intervención de su fundo, donde perdió la mayor parte de sus tierras y tuvo que vender las restantes para poder mantener a sus padres. En esos tiempos difíciles, encontró una forma de salir adelante junto a su esposa, criando y vendiendo pollos, patos y pavos a embajadas extranjeras. "Después pedí un crédito a la Corfo y compré una parcela de 14 hectáreas para plantar limones, naranjas y pomelos", relata. A partir de ahí, su esfuerzo y visión lo llevaron a expandirse, adquiriendo y cultivando nuevas parcelas con diferentes frutales.

Pese a los desafíos, su amor por el campo nunca ha cambiado. "Lo que más me gusta es la vida al aire libre y los caballos, que siempre han sido mi pasión. También disfruté mucho todas las plantaciones que hice en mi vida: limones, naranjos, paltos, peras asiáticas, kiwis", dice con orgullo.

A quienes inician en la agricultura, les deja un consejo claro: "Que se aseguren de que les gusta madrugar y llegar tarde de la pega". Para él, este es un oficio que requiere sacrificio y dedicación, pero que también entrega grandes satisfacciones.

Marcial ha sido parte de la Asociación desde sus inicios y ha visto de cerca su evolución. Fue director junto a otros destacados agricultores y participó activamente en la Junta Conciliadora, representando a los productores en negociaciones con los sindicatos. "Conseguimos muchos arreglos en esa época", recuerda.

En su tiempo libre, disfruta del polo, andar en bicicleta, navegar y subir a la cordillera. Su espíritu activo lo ha acompañado toda su vida, tanto dentro como fuera del campo.

Si alguien le preguntara si recomendaría unirse a la Asociación, su respuesta sería clara: "Sí, porque la unión hace la fuerza". Palabras que reflejan su visión y compromiso con el mundo agrícola.